Entre frente y borrasca se nos va pasando el invierno y no vemos el momento de salir al monte a hacer algo; darle a los piolos, a los skis o a lo que sea. Esto es lo que tiene los que curramos de lunes a viernes que nos pasamos la semana viendo la maldita meteo para ver qué tiempo va a hacer y poder salir a que nos dé el aire. Con estas premisas y después de haber visto todas las páginas webs habidas y por haber, con cambios continuos en sus predicciones, nuestros planes pasaron a ser un caos total, primero pirineos, luego picos, nada nos vamos a gredos, que no que no a hacer roca a la pedra, venga nos vamos "pa" gredos, para finalmente decidir no ir a ningún sitio porque la jodida meteo no auguraba nada bueno, y ya nos habíamos comido una buena, con nieve y ventisca incluida el finde anterior. Yo, después de haber vencido varias veces a mi diablo interior, con unos vinos encima y en contra de lo que hubiera sido normal, decidí el viernes irme pronto a casita para ver si tocaba la loteria ydespués de levantarme pronto, ver otra vez la meteo, y seguir sin verlo muy claro me decidí por ir a Béjar y....bingo. Día espectacular.
La verdad que es lo que tenemos los montañeros, somos optimistas y en cuanto vemos algo a lo que agarrarnos pues ya no lo soltamos aunque muchas veces la realidad sea distinta, pero bueno hoy la apuesta había salido bien, así que a disfrutar del mar de nubes...
De las vistas, con gredos al fondo
De la sierra del Barco
De la cumbre de la Covatilla
Ya que estaba aquí pues decidí tirar hasta el Calvitero, hacía algo de viento norte, pero el día merecía la pena aunque se nota que ha hecho mucho frio
En la cumbre del Calvitero
Desde aquí las vistas son una pasada, y lo que se veía más abajo era una pala guapísima que lleva a las lagunas del Trampal así que me decidí a dejarme caer hasta ella y después por ella un par de veces para esquiar un poquito que ya sabéis que tengo mono...aunque con cuidado porque había bastantes placas de hielo
Y después de bajarla un par de veces, pues "parriba" y a deshacer el camino para bajar por las pistas de la Covatilla al coche y a casa a comer que ya va siendo hora, aunque con tiempo suficiente para pararme y echar un último vistazo al mar de nubes con Béjar al fondo
Pues así transcurrió esta jornada del sábado 30 de enero del año del señor de 2009, después de haber vencido al diablo nocturno del viernes, a las previsiones meteorológicas, a Igor el gafe y a las pocas de ganas de madrugar que tenía cuando me levanté...mereció la pena. Seguiremos informando.
